Estas imágenes componen un complemento visual al proyecto original «20 retratos de la arquitectura actual». Con la idea de aportar otros puntos de vista se realizó esta serie en la que se contempla otra forma de abarcar el retrato, con un formato más panorámico, a color, dentro del mismo juego visual a nivel compositivo.
En el momento de las sesiones se trabajó con dos cámaras, una Mamiya RZ67 Pro II y película de 400 para los retratos del proyecto principal, y una Nikon D810 para fotografiar otros escenarios, con composiciones mejor planteadas dentro de un formato más narrativo y con un uso esencial del color. Aquí queda el conjunto de un proyecto que prioriza el uso del 6×7 pero que también mantiene desde un primer momento cierta amplitud de miras subordinando toda técnica en la captación a la transmisión más eficiente de la capacidad de narración mediante el retrato.
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